Nuestros Clientes
Una agencia
independiente
que trabaja de
manera global.
En ALMA no existe una diferencia entre pensamiento digital y pensamiento tradicional.
Acá la idea es todo, y la construcción de una marca se traduce en resultados de negocio para
nuestros clientes.
ALMA no es una agencia digital: es una agencia de ideas innovadoras que toma diferentes
plataformas y utiliza estratégicamente los medios correctos para dar el mensaje que los
clientes necesitan.
En ALMA hay algo poderoso, y es que cada persona tiene un perfil diferente. No es una
agencia de creativos, es una agencia de personas que saben mucho de todo, de tecnología,
de innovación, de insights, de sociología, de ideas, de cine.
Y la unión de esa gente hace que seamos una agencia sexy.
De agencia a productora, de
productora a solucionadora.
Hoy los tiempos, las necesidades y las dinámicas son otras. En un minuto hay que hacer
una campaña, al siguiente hay que presupuestar y producir un comercial, y al siguiente
organizar una fiesta en el pico de un volcán. Lo entendemos, tenemos nuestra
estructura fija, pero también contamos con una serie de talentos que cuando los
necesitamos, los tenemos a un whatsapp de distancia.
Después de pasar por agencias
grandes entre todos los que
hacemos ALMA, construimos el
tipo de agencia en la que
queremos laburar.
Alma es una agencia que no es una agencia. Se trata de las personas que la hacemos.
Todos los que estamos acá pasamos por agencias o corporaciones multinacionales y en
algún momento decidimos que eso no era lo que queríamos, por eso nos metimos a
construir el tipo de agencia en la que queremos laburar.
El valor de los valores
Ya hablamos de trabajo, de publicidad, de agencias, de estructuras y de lo que se
puede hacer. Sólo nos queda hablar de lo más importante: del valor de lo que
hacemos.
Hacemos las cosas con entrega, responsabilidad y honestidad, desde lo más
pequeño a lo más grande. Se trata de respetar lo que hacemos, respetar a quién
se lo hacemos y respetarnos a nosotros mismos. Se trata de no olvidar jamás, que
venimos todos los días a trabajar porque aunque a veces nos estresemos,
frustremos, o putiemos, hacemos esto porque amamos hacer esto.